jueves, 20 de diciembre de 2012

EL DÍA DE LAS PIEZAS.- Plato Esteliforme de borde Almendrado con Decoración Solar Incisa.


PLATO ESTELIFORME DE BORDE ALMENDRADO CON DECORACIÓN SOLAR INCISA.
                Fragmento de plato que representa más de un tercio de la pieza completa; presenta decoración incisa soliforme, y es procedente del ajuar funerario  del ‘Tholos’ Minguillo IV (Vva. de Córdoba); ajuar este que mereció una publicación por parte de Martín de la Cruz J.C.  y Gutiérrez Escobar, S. (2006); tiene paralelos en el Dolmen de la Serrezuela (Fuente Obejuna).
                Se trata de un plato de forma abierta de cocción reductora y superficie alisada con desgraventes medios y grandes, fue restaurado en el laboratorio del Área de Prehistoria de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.C.O. y se data en el último tercio del tercer milenio (2.300 – 2.200 a.C.)

lunes, 17 de diciembre de 2012

ENTENDER NUESTRO PRESENTE.- Las Jarras cerámicas de Vajilla doméstica amortizadas del Período Tardorromano y Visigodo, S. IV - VIII, como item simbólico de Bautismos en la Comarca de Los Pedroches


En la comarca de Los Pedroches, una amplia zona ubicada en plena serranía cordobesa, muy apta para la ganadería y la caza por lo que la población de la misma siempre vivió en el campo, en contacto perenne con sus rebaños; negando con esa necesidad el establecimiento de grandes núcleos poblacionales, proliferando en cambio pequeños asentamientos unifamiliares; para en períodos de inseguridad como los que debido a la crisis que sufre el Imperio Romano se están llevando a cabo en la Península Ibérica, con la llegada a la misma de tribus bárbaras de origen godo, provenientes del Norte de Europa que desarraigados de un entrono, reclaman a Roma tierras para asentarse dentro del Imperio; pueblos éstos que unas veces guerrearán como aliados de los romanos y otras veces en contra, arrasando y pasando a cuchillo a poblaciones enteras, por lo que con la violencia desatada aparecerán asentamientos rurales más amplios formados por varias familias, que si no edificados en una sola manzana, sí se ubican cercanos los unos a los otros, mostrándose así más seguras en la confianza de unos vecinos con otros, que saben que acudirán a la menor señal de peligro creada, bien por fuertes guerreros más o menos organizados que quieran traer a su paso la muerte y desolación, o vivir un tanto ‘agrupados’ en defensa de las no menos fructíferas enfermedades causadas por la peste que asolará Andalucía, y como no, a esta comarca de Sierra Morena.

                Con la desamortización civil del mediados del S. XIX estos territorios de Los Pedroches serán puestos en explotación, la que será iniciada cercando las propiedades con vallas de piedra procedentes las más de las veces de los asentamientos que en dichas épocas fueron construidos y que se mostraban sobre el terreno derruidos, significando un estorbo tanto para la ganadería como para la agricultura; una vez limpiadas dichas propiedades serán sometidas a explotación agrosilvopastoril donde el arado tendrá función primordial en el “descubrimiento” de los estratos inferiores de los lugares que tuvieron hábitats, encontrando la morada de los habitantes que habían muerto en sus casas.

                · En los inicios de la tercera década del S. XX vienen a Vva. De Córdoba un equipo de trabajo para atajar unas plagas de oruga que asolaban el encinar de Los Pedroches; equipo formado por un Ingeniero de Montes, D. Manuel Aulló, y su subordinado el Ayudante de Monte, D. Ángel Riesgo, trabajos estos que se acometen con infinidad de visitas al campo, en el que este último aficionado a la arqueología dará cuenta de los hallazgos que se suceden, no sólo de monumentos funerarios megalíticos, sino que junto a los asentamientos romanos y visigodos que encuentra, también va a descubrir según su Libreta Nª 1 (Diario de Campo desde 1921 a 1935) las necrópolis de dichos asentamientos, excavando sin rigor científico 293 tumbas, extrayendo de las mismas los diversos objetos que contenían, encontrando en muchos de ellos unas jarras de cerámica con huellas de haber prestado anteriormente servicio de cocina, que ya amortizados en el momento de ser depositados en la tumba; junto con pequeños cacerolas también de arcilla y platos de cristal muy fino decorados algunos de ellos con cruces ­­­­­patadas , tan usados en la ornamentación religiosa del período visigodo; los que aparecerán colocados en situación sobre los cadáveres unas veces colocadas sobre el hombre derecho, y otros sobre el izquierdo, representando un enigma para los arqueólogos que no sabían el porqué de esa situación específica en el interior de la tumba; a través del análisis de los cadáveres que contenían comprobaron que los cadáveres que tenían colocado alguno de los objetos citados sobre el hombro derecho se trataba de un varón; y por el contrario si estaba situado el jarro, plato, cacerola, etc. sobre el lado izquierdo se trataba del  femenino; esta incógnita estaba ya resuelta, quedaba por saber que significado tenían en el interior de la tumba, aparte de definir el sexo.

                En estas épocas de la tardoromanidad visigoda todos los enterramientos están influidos por el ritual romano; consistente entre otras cosas en el momento de ser enterrado el cadáver someter a purificación el mismo vertiendo sobre su cuerpo y cabeza vino desde un cuenco o jarro; ritual éste que en época algo más tardía (S. VI) este se sustituyó por el significado más acorde con la religión que se extendió por el mundo; el Cristianismo, siendo fácil identificar el vertido de los líquidos con el bautismo, que constituyó un vertido purificador e iniciativo pudiendo adquirir la situación de dichas jarritas junto a la cabeza del cadáver el significado bautismal del nuevo Cristianismo.

 

Riesgo, A. (1936) El auxiliar de la Ingeniería y Arquitectura.

Carmona, S. (1998) Mundo Funerario Rural en la Andalucía Tardoantigua y de Época Visigoda. La Necrópolis de El Ruedo. (Almedinilla, Córdoba)

jueves, 6 de diciembre de 2012

EL DÍA DE LAS PIEZAS.- ¿Quieres saber dónde y a qué pertenece este FRAGMENTO DE MOSAICO?

FRAGMENTO DE MOSAICO.-
 
 
Apareció en el 'Cortijo de los LLanos' situado entre las poblaciones de Adamuz y Villafranca de Córdoba.
Podemos aventurarnos a decir que pertenece a una Villa Romana por la gran cantidad de 'Terra Sigillata'  hallada en la zona, dicho yacimiento lo podemos encuadrar en torno al S. III - IV.
 
En esta finca, hay un manantial (bifurcación arroyo Parrosillo y arroyo Tamujoso) donde, cubiertas con unos zarzales, se pueden ver unas Cisternas de agua subterráneas, de la época y muy curiosas, sin duda.
 
El museo no dispone de ningún otro dato, porque esta pieza pasó a nuestra posesión con la conocida Misión Rescate y no hay documentación adicional.

 
 

lunes, 3 de diciembre de 2012

ENTENDER NUESTRO PRESENTE.- Historiografía del Museo Municipal de Historia


HISTORIOGRAFÍA DEL MUSEO MUNICIPAL DE HISTORIA

 

A DIOS LO QUE ES DE DIOS…

 

Nació este germen de Museo en Villanueva de Córdoba en los primeros años de la década de los sesenta, debido a un programa de RTVE que se denominó Misión Rescate que consistía en la formación de grupos de alumnos de diversos colegios de ámbito nacional, denominados Patrullas de Batidores, cuya labor consistió en localizar yacimientos arqueológicos y rescatar el patrimonio que se encontrase en superficie en unos casos, y en otros procediendo a su “excavación”.

Aprovechando este programa nació del colegio jarote La Purísima Concepción un grupo que será denominado como Patrulla de Batidores nº 116 “Virgen de Luna”; grupo que en principio estuvo formado por don Pedro Moreno Cano como Profesor-Jefe, y fueron sus miembros, Bartolomé Cañuelo, Guzmán Camacho, José Cepas y Gabriel Cerro; este grupo jarote será premiado durante seis años consecutivos con premios nacionales por sus actividades sobre el patrimonio.

En el año 1973 será premiado con un segundo premio Nacional, sin dejar constancia de los hechos, y (o yo no conozco); vuelve a ser premiado en el año 1974, pero esta vez con un primer premio Nacional del que igual que el anterior, tampoco conozco los hechos.

En el año 1975 vuelven a obtener primer premio Nacional por el hallazgo de una necrópolis del periodo Visigodo, rescatando las cerámicas que contenían las tumbas; el premio constaba de un Diploma de Honor dotado con 25.000 ptas. en efectivo, cartillas de la Caja Postal, estancia de siete días en Madrid visitando entre otras la Casa de la Radio y los estudios de RTVE, además de un día completo en Toledo (Revista de Feria 1975). Al siguiente año, esta Patrulla de Batidores vuelve a obtener el primer premio; esta noticia fue divulgada por la prensa nacional, radio y televisión, y también es recogida en (Revista de Feria 1976) con un artículo titulado: Una vez más Misión Rescate, firmado por Guzmán Camacho en el que, entre otras cosas, describe los hallazgos de un asentamiento romano en el término de Adamuz, la localización y traslado a Villanueva de Córdoba de un cipo funerario romano con inscripción, que aunque no da el lugar del hallazgo  es procedente de la margen izquierda del arroyo Guadamora, en término municipal de Pozoblanco, esta inscripción fue localizada por Román Domínguez, natural de Villanueva de Córdoba, y en la cual yo colaboré en su traslado hasta dejarla depositada en la Biblioteca; hoy se cuenta entre los fondos de nuestro Museo; también da cuenta de una inscripción localizada a cuatro kilómetros de Villanueva, aunque no aporta datos sobre el lugar de su localización, debe de tratarse de la estela que aparece en la Posadilla en finca de los hermanos Sepúlveda, con caracteres del alfabeto Ibero-púnico, igualmente da reseña de algunas piezas que tenemos inventariadas en el museo, y algunas de ellas no figura en este inventario por desaparición de la misma; y concluye diciendo que los objetos hallados pasaran al pequeño Museo Local cuando se disponga de los medios necesarios para su instalación.

Del año 1976-77, según la campaña XI de Misión Rescate de RTVE dieron un comunicado sobre los objetivos y componentes de la Patrulla nº 116 de Villanueva de Córdoba; que aunque son los mismos que la anterior campaña aquí aparece Guzmán Camacho como Batidor-Jefe; fueron sus objetivos en esta campaña la localización de una necrópolis de origen celta, descubrimiento de una fundición romana y localización de una antigua necrópolis.

A continuación paso a copiar literalmente parte de este comunicado de RTVE... “El descubrimiento fue hecho en el mes de diciembre por Antonio Cañuelo Sánchez, vecino de Villanueva de Córdoba, cuando cultivaba la tierra con un arado… El “objetivo” situado en la finca del término municipal de la villa denominado “Las Niñas” consistía en cinco sepulturas situadas desigualmente y sin inscripción. La labor de la Patrulla Rescate nº 116, se centró entonces en lograr que lo hallado pasara a formar parte del Museo Local  de Rescate y que la zona no se utilizara como elemento de tráfico”.

Los trámites emprendidos por los componentes de la Patrulla dieron resultado y finalmente se logró que el operario que trabajaba la tierra en la finca “Las Niña” propiedad de don Fernando Sepúlveda (q.e.p.d.) les vendiese a la Patrulla nº 116 el ajuar funerario que había encontrado arando por un valor de 5.000 pts., según consta en un recibo que obra en poder de este Museo; este ajuar estaba compuesto de dos brazaletes, (pulseras abiertas y con decoración incisa) de las que una de ellas se encuentra en paradero desconocido, dos pendientes, dos anillos y un collar; ajuar este que no pertenece a la cultura celta como aluden, sino al periodo visigodo, con una cronología del siglo V-VII; continúa diciendo el comunicado “No acabó todo ahí, tres objetivos más constituyeron nuevas metas para la Patrulla 116, el descubrimiento de una fundición romana, la localización de una antigua necrópolis y el hallazgo de viejas construcciones, todo ello en zonas cercanas a Villanueva.

Restos de una chimenea de la fundición, ladrillos con inscripciones, denarios de plata y los restos de una pared árabe fueron los logros del segundo objetivo, mientras que varias sepulturas, restos de paredes, trozos de una vasija de barro cocido y un cuenco hecho de piedra completaban los objetivos 3 y 4.”

De los restos arqueológicos de estas citas se conservan en el Museo Municipal tres ladrillos de forma trapezoidal que formaron parte de la chimenea o “chupón” de una fundición de época contemporánea que se instaló en la finca “Las Carniceras” en el torreón de “El Escorial”(Cardeña) para refundir las escorias que había de una antigua fundición romana, así como un fragmento de ladrillo con inscripción que pertenece a la misma época que los anteriormente descritos; los denarios de plata que cita a continuación están en paradero desconocido después del abandono al que fue sometido el Patrimonio arqueológico que la Patrulla de Batidores nº 116 logró reunir, en cambio sí está inventariada los restos de la vasija de barro con decoración estampillada perteneciente a la cultura árabe; pero no los restos del cuenco hecho de piedra, que me imagino tomaría el mismo camino que los denarios;  hasta aquí la campaña XI-1976-77, por estas actividades recibió el calificativo de Mejor Patrulla de Batidores de Misión Rescate.

En la campaña XII del año 1977-78  de Misión Rescate de RTVE, el objetivo que la Patrulla nº 116 para esta campaña se fijó en primer lugar, en la organización y estudio de la Colección Rescate, siendo sus componentes esta vez Bartolomé Cañuelo Higuera y José Cepas Rey, apareciendo como en la anterior campaña con cargo de Batidor-Jefe Guzmán Camacho Parra.

Vuelvo a transcribir de nuevo el comunicado que RTVE da con respecto a las actividades que la Patrulla 116 ejecuta en la campaña XII de Misión Rescate.

La localización del objetivo de esta Patrulla se situó a 17 kilómetros de Villanueva de Córdoba; la meta, una torre aislada que se comunicaba mediante señales con otra ya derruidas; “ (Entre el Carpio y Córdoba se ve una igual a ésta, situada a la derecha de la carretera)  distantes entre sí diez o quince kilómetros, y desde cada una de las cuales se vislumbraban las que estaban más próximas. El torreón objetivo de esta tarea para Misión Rescate tiene forma cuadrada, una altura de quince metros y un ancho en su base de cuatro metros por cada lado. En cuanto a la construcción en sí muestra como rasgos característicos el empleo del ladrillo y demás materiales empleados por los almohades: madera, yeso, arcos adintelados… No se pudo precisar pese a todas las investigaciones realizadas la época exacta a la que pertenece dicha torre, aunque sí se cree con bastante fundamento que pudiese pertenecer a las últimas construcciones de los moros o primeras de los cristianos, es decir, entre los siglos XII-XIII. Para un estudio más perfecto y completo de lo realizado, la Patrulla se puso en comunicación con la Delegación de Bellas Artes de Córdoba en orden a la mejor conservación de la torre (acompaña a este comunicado una fotografía de la misma).

Esta primera actividad de la Patrulla nº116 de Villanueva de Córdoba en la campaña XII “fue la localización de una torre almohade, aplicándole una cronología del siglo XII o  XIII ( en el siglo XII llegarán a España unas tribus del Atlas marroquí que se hicieron dueños de la España musulmana y que serán derrotados en el siglo XIII en la batalla de las Navas de Tolosa, después de lo cual los almohades ya no pudieron ofrecer más resistencia); esta apreciación de la torre almohade como con el ajuar de origen celta de la finca de “Las Niñas” no están acertados, pues aplican unas cronologías que ni siquiera se acercan, ya que en este caso se trata de una torre de señales ópticas construida en época contemporánea (antes de la invención del telégrafo) y popularmente conocida como La Torre del Ojo de Cristal que se halla enclavada en el término municipal de Cardeña, y es propiedad de doña Mercedes Palomo, natural de Villanueva de Córdoba.

“La segunda parte del objetivo de esta campaña XII de la Patrulla de Villanueva de Córdoba se dedicó a organizar, valorar, y hacer un estudio a fondo de las piezas, así como también encargarse de su conservación, ampliación y trabajos lógicos requeridos por la propia instalación de la Colección Rescate;” 

Todas estas actividades serán certificadas por un lado

“Certifica D. Manuel Cachinero Gómez “ La veracidad de los trabajos y estudio del torreón, habiendo visitado personalmente el lugar”. Y por otro, “D. Juan Ocaña Torreón, Cronista-Historiador de Villanueva de Córdoba, y miembro de la correspondiente Academia en Córdoba. Certifica” que los trabajos y rescates efectuados por la Patrulla 116 contribuyen al mejor conocimiento de la Historia del Arte y la Cultura en el Valle de los Pedroches”

Mejor Patrulla de Batidores de Misión Rescate la Patrulla 116 de Villanueva de Córdoba”; así serán denominados en este comunicado, aunque como hemos visto más arriba no estuvieron acertados en la apreciación cronológica; tampoco se sabe si hicieron el estudio a fondo de las piezas, así como tampoco se preocuparon de su conservación, ya que esta Colección terminó siendo expoliada.

De estos trabajos que se dicen haber realizado sólo ha llegado hasta este Museo Municipal de Historia una documentación que por petición propia hice al Batidor-Jefe Guzmán Camacho Parra en una conversación telefónica que mantuvimos al objeto de mi pretensión (por entonces) de hacer un homenaje desde el Museo al Profesor-Jefe don Pedro Moreno Cano, y cómo no, al resto de la Patrulla de Batidores nº 116 de Villanueva de Córdoba, documentación que recibí en mi domicilio con fecha 19-9-2007, en sobre certificado que contenía un CD con diversas fotografías, fotocopia de los comunicados que RTVE emitió en las campañas de Misión Rescate XI y XII, una carta personal dirigida a mí y un folio mecanografiado, a dos caras, que nos habla de un dodecálogo o, para ser mejor entendido, un documento con doce apartados, redactado por la Patrulla de Batidores nº 116 de Villanueva de Córdoba, aunque se encabeza con el título de Misión Rescate; del que sólo transcribiré el artículo 4º.

Según las disposiciones generales sobre Museos Municipales, este Museo dispondrá de un inventario completo donde las piezas estarán clasificadas y catalogadas, indicando su lugar de procedencia, su fecha de encuentro o entrada en este Museo, y la importancia de las mismas.

Respecto a las piezas cedidas de que trataba el artículo anterior, (se refiere al 3º) se hará constar su condición de tal”.

Lo primero que nos habla este artículo 4º es, que el Museo de Misión Rescate dispondrá de un Inventario que se supone se debió realizar, como hemos visto más arriba, en la segunda parte del objetivo de la campaña XII; pues bien, ese inventario que debió elaborar el Jefe de los Batidores de la Patrulla 116 de Villanueva de Córdoba, Guzmán Camacho Parra no ha llegado a este Museo Municipal de Historia. ¿Por causa de pérdida o extravío; o es que siendo obligación primordial e ineludible no se confeccionó?; más adelante quedará demostrado que no se elaboró.

Esta colección arqueológica estuvo expuesta en la Biblioteca Municipal, siendo alcalde de la población Luis M. Ochoa, sucediéndole en el cargo Francisco Tébar el que, según el señor Guzmán Camacho Parra en la carta personal que recibí con motivo del envío más arriba descrito, me dice entre otras cosas (que por el momento silenciaré) que fue retirado el Museo de la sala que ocupaba en la Biblioteca, para en su lugar instalar una sala de danza…

Pasará una década, algo más o menos en el tiempo, y de esta colección arqueológica sólo se sabe de ella que sus fondos dormidos reposan los unos en el interior de las vitrinas, otros embalados en cajas de cartón y los objetos de piedra depositados los más pesados en la planta alta de la Audiencia.

Allí los encontramos José M. Carrillo y yo cuando hicimos la petición al Excmo. Ayuntamiento, bajo documento cursado el día 11-5-94, siendo alcalde Antonio Muñoz Pozo, que estábamos interesados en ordenar las piezas existentes en la Biblioteca Municipal procedentes de Misión Rescate y otras donaciones, y solicitamos que fuésemos autorizados para efectuar dichos trabajos, e inventario del material arqueológico existente en dichos locales.

No se hizo esperar, esta petición fue contestada por conducto reglamentario el mismo mes y año en que cursamos la solicitud, donde se nos comunicaba que tal solicitud había sido aprobada por unanimidad en la Comisión Municipal de Gobierno, en sesión ordinaria celebrada el día 18-5-94.

Ilusionados, porque la meta de ambos era la formalización de un Museo Arqueológico para Villanueva de Córdoba, y aquello era el primer paso para justificar ante las autoridades locales la necesidad y la importancia que podía tener un museo en nuestro pueblo; bajo estos auspicios iniciamos el trabajo José M. Carrillo y yo, tomando contacto con los materiales que algunos de ellos aún permanecían en sus vitrinas que carecían de llaves (no se sabía dónde se encontraban), y con algunos cristales rotos, signos evidentes e inequívocos de haber sido objeto de expolio, como después se demostrará; otros, sobre todo los objetos de cerámica estaban muy mal embalados en cajas de cartón medio rotas y amontonadas unas en otras; concluido el trabajo de ordenar los materiales se incorporó al grupo de trabajo formado por Carrillo y por mí, Juan Palomo, el que al final abandonará por disidencias con Carrillo. Fueron inventariados estos materiales en una vulgar libreta a rayas, y posteriormente serán sigladas 155 piezas, que corresponden con el número de ficha y Libro de Registro del Museo Municipal de Historia, que se inicia en la ficha nº1 hasta la 133, la 540 y 541, la 1912 hasta la1918, y la 2263 hasta la 2275, haciendo constar en cada una de las fichas lo que sabemos con relación a la pieza que alude a la misma; por lo que sería muy conveniente que algún miembro de la Patrulla de Batidores nº116 de Misión Rescate, o el Batidor Jefe se personase en las dependencias del Museo al objeto de obtener la información que falta sobre el inventario que dicen haber hecho, con objeto de terminar de rellenar algunos datos que faltan en la ficha de los fondos Misión Rescate; y también conocer con detalle qué grado de expolio sufrió esta Colección Arqueológica que tardó siete largos años en reunirse.

Transcurrieron otros dos años más o menos, haciendo peticiones verbales al señor alcalde Antonio Muñoz, y a la concejala de cultura Benita Vigorra para la instalación de un museo arqueológico en nuestro pueblo, contando con los fondos arqueológicos de Misión Rescate que habíamos inventariado José M. Carrillo y yo dos años antes, más el ajuar funerario del periodo Calcolítico que se había recuperado en El Minguillo; en fecha incierta que no puedo recordar se empezó a hablar para iniciar el museo desde el Ayuntamiento, y en uno de los plenos del mismo la concejala Cocha Molinero, esposa de José M. Carrillo, propone sea nombrado su marido como Director del Museo, y como Subdirector, Silverio Gutiérrez; esta propuesta fue denegada diciendo el señor Alcalde que ella no era quién para hacer aquel tipo de propuesta, dando lugar a que con esta negativa José M. Carrillo  se “enfriara” y dejase entonces de colaborar, con lo cual me quedé solo para seguir “peleando” con la administración local; esta pelea dio resultado, ya que al poco tiempo fui llamado por la concejala de cultura, Benita Vigorra, para que, según mi criterio, le dijera cuántas vitrinas, con qué formas y  medidas harían falta para albergar los fondos arqueológicos que estaban inventariados más otros que pudieran ser depositados por los vecinos de Villanueva de Córdoba, o pueblos de la comarca.

Para la fabricación de estas vitrinas pidió el Ayuntamiento presupuesto sobre el proyecto a varios talleres  locales de carpintería, en el que yo también licité, dándose lectura a dichos presupuestos resultó ser el más  barato el que yo había presentado, con lo cual me fue adjudicada la construcción de ocho vitrinas, que son las que actualmente cobijan todos los fondos arqueológicos, que entre Misión Rescate y unos y otros habitantes de nuestro pueblo y comarca hemos sido capaces de ir reuniendo durante 37 largos años.

Una vez fabricadas las vitrinas y autorizado por el Excmo. Ayuntamiento, procedí a introducir los fondos arqueológicos en las mismas, ordenadas por periodos culturales y cronológicos, y pedí desde el Museo a la población que los objetos arqueológicos que poseyeran encontrados de una u otra forma lo depositasen en el Museo Municipal de Historia, con lo cual llegó al Inventario una gran riada de piezas arqueológicas, logrando abrir en el mes de abril del año mil novecientos noventa y ocho una Exposición Permanente en el viejo y emblemático edificio de la Audiencia (XVII), donde pudimos contemplar novecientas piezas distribuidas en las ocho vitrinas que se continuaron registrando en la misma libreta antes dicha.

Durante seis años esta exposición estuvo abriendo sus puestas sábados, domingos, y días señalados como las Ferias o Semanas Santas, sin percibir por ello ni una perragorda; que no era lo que yo pretendía, lo que yo quería era que el Museo fuera legalizado.

Dada mi amistad con don Francisco Godoy Delgado, por entonces director del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, le pedí al mismo me facilitase la documentación que sería necesaria para su presentación a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para la formalización del museo; esta documentación se la entregué al señor Alcalde que aún era Antonio Muñoz Pozo, y hojeándola en presencia de la concejala de cultura me la devolvió, diciéndome que era mucho lo que había que hacer para su legalización, y encima aludió que el Ayuntamiento no tenía local adecuado par su instalación; este hecho ocurrió, más o menos, a mediados del año 2003, dejándome totalmente descorazonado, viendo que le había dedicado a ese proyecto doce o trece años de mi vida, y con esa negativa todo se me venía abajo; me deban ganas de dejarlo todo y devolver las piezas a las persona que me las habían ido entregando para el Museo a lo largo de cinco o seis años; antes de tirar la toalla esperé a las elecciones que se perfilaban para el año 2004, donde uno de los grupos políticos, yo había oído que en su programa tenían precisamente el proyecto de la instalación de un Museo con las pieza existentes; aquello me dio alguna esperanza y decidí continuar con el Museo hasta que se celebraran las elecciones municipales, que dieron como resultado el triunfo del Partido Popular.

Con este hecho el destino del Museo cambió radical, siendo tomado, desde el primer momento, con enorme interés, tanto por la Alcaldesa Dolores Sánchez así como por la concejala de cultura Conchi Picón.

Por esta fecha estábamos trabajando (yo creía que codo a codo) Juan Palomo y yo en una catalogación de dólmenes en nuestra comarca desde el año 2000, fecha en que se celebró el curso universitario de Prehistoria sobre el municipio de Villanueva de Córdoba; el día en que se celebró la clausura de ese curso aquí en nuestro pueblo me solicitó Juan Palomo que le presentase al catedrático de Prehistoria, doctor don José Clemente Martín de la Cruz con objeto de ingresar en el grupo de trabajo que yo tenía formado con Antonio Arévalo Santos (arqueólogo de Pozoblanco); el catedrático me dijo que no iría mal que Juan pasara a formar parte del grupo, ya que Antonio Arévalo la mitad de las veces no podía trasladarse hasta Villanueva por falta de vehículo; lo vi positivo,(y en qué mala hora acepté); trabajamos juntos desde finales desde el año 2000 hasta principios del 2005 en que decidí acabar con el engaño al que me tenía sometido…

Para iniciar las primera diligencias había que elaborar la documentación necesaria para la petición a la Consejería de la Junta de Andalucía para que el Museo pudiera ser legalizado; como dije más arriba dada mi amistad con don Francisco Godoy que por entonces trabajaba, no en el Museo Provincial, sino el la Delegación de Cultura le dije a nuestra concejala Conchi Picón que pidiese a la Delegación que le diese permiso al señor Godoy para venir a Villanueva de Córdoba y decirnos cómo elaborar  bien dicha documentación, ya que él fue quien me preparó la documentación que le presenté al anterior alcalde;  viajó a Villanueva de Córdoba esta persona y nos reunimos en el restaurante La Puerta Falsa, este señor, Conchi Picón y yo; faltaba Palomo que se había comprometido a elaborar dicha documentación cuando el señor Godoy le explicase formas y procedimiento, habíamos quedado a las diez de la mañana, y eran las once menos cuarto y Palomo aún no había llegado;¡ ya nos íbamos a marchar!, cuando llegó no se disculpó siquiera, se sentó en una silla y se dispuso a escuchar todo lo que aquella persona le transmitió; esta entrevista tuvo lugar en los primeros días de octubre del año 2004; pasados los mese de octubre, noviembre, diciembre y enero aún no había aportado nada al respecto, aludiendo que era un tema alto difícil y que aún no lo tenía estudiado (en realidad no tenía ni idea de cómo acometer su ejecución); en vista de la nula efectividad en la confección de esta documentación por parte del citado Palomo, tengo una reunión en el Ayuntamiento con la concejala de cultura, por lo que dada la inutilidad del tal en la realización de la documentación, me encarga haga las oportunas diligencias para que esta documentación sea llevada a cabo lo más rápidamente posible, ya que teníamos un retraso de cuatro meses provocado por la dejadez o por la inutilidad de esta persona en la confección de esta documentación.

Dada mi asistencia y colaboración en cursos universitarios del Área de Prehistoria de la UCO, (a los que acude conmigo este personaje y que nunca debí admitir en mi grupo de trabajo),  recurro a ella y al momento soy atendido en mi petición por parte del Aula del Patrimonio Histórico del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba en la persona de su Secretario don Francisco Javier Ibarra de Dios, al cual pongo en comunicación a través de una cita concertada con la misma persona con la que Juan Palomo había hablado hacía cuatro meses; dando como resultado que el señor Ibarra me llamara al otro día diciéndome que se hacía cargo de este asunto; consumando dicha documentación en un mes, siendo presentada a la Delegación de Cultura en el mes de mayo de 2005.

Aún habremos de esperar casi un año para que nuestro Museo fuese anotado preventivamente en el Registro de Museos de Andalucía, según documento cursado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, dado en Sevilla el día 5 de abril de 2006.

Mientras tanto, desde que el Excmo. Ayuntamiento acordó por unanimidad la creación de Museo para Villanueva en el año 2004, yo inicie la documentación del Museo, o sea, la confección del Inventario realizado en fichas personalizadas de cada una de la piezas existentes en el Museo (ahora mismo ascienden a 2560); en esta fichas figura el número con que está inventariada la pieza, el día que ingresó en el Museo, el nombre de quien deposita la misma, su domicilio, el nombre de la pieza, el material de que está fabricada, la cultura a la que pertenece, el estado de conservación, y un dibujo, en muchos de los caso dos y algunas veces tres, al objeto que a través de esos dibujos la pieza pueda ser identificad en cualquier momento; una vez concluido este bonito y largo trabajo fueron asentada en el Libro de Registro, donde aparecen los datos de esas piezas y su numeración, así que, la numeración del siglado de una pieza coincide con el número de la ficha personalizada y con el número de asiento en el Libro de Registro; trabajo este que al igual que los anteriores no percibí ni un céntimo por su elaboración.

Este Museo está inscrito, por petición del Excmo. Ayuntamiento, en la Asociación de Museos Cordobeses desde el año 2008 como miembro de pleno derecho; Asociación ésta que defiende los derechos de los museos locales cordobeses ante la Administración de la Junta de Andalucía; esta Asociación celebra cuatro reuniones anuales a las que asisto, dándose cada vez en un pueblo de los museos que forman la misma; y una quinta reunión que también se celebra una vez en un pueblo y otras veces en otros de los museos asociados, a la que asiste el Delegado/a de Cultura de nuestra provincia acompañado de diversos funcionarios de la misma; donde serán expuestos a la Administración las diversas propuestas que hubiesen podido surgir a lo largo del año.

Ya teníamos Museo pero ¿quién le iba a hacer funcionar?...  Para ello, a instancia del Excmo. Ayuntamiento, se fundó una asociación que pasará a denominarse Asociación de Amigos del Museo, quedando redactados sus estatutos el 12-12-06, siendo aprobados en Asamblea General Extraordinaria el 10-1-07.

Esta Asociación fue promovida por la concejala de cultura Conchi Picón, tomada como modelo de la Asociación Agrópolis de Montilla, los cuales desde el primer momento que supieron nuestra petición se pusieron incondicionalmente a nuestro servicio; a los que hoy cuento entre mis buenos amigos.

Cuenta en la actualidad con ochenta asociados, y todos nos consideramos amigos; esta amistad nace y se basa en las muchas actividades lúdicas y culturales que venimos realizando al cabo del año, como son talleres, viajes, conferencias, exposiciones, etc.etc o  las diversas publicaciones que a lo largo del año venimos haciendo relativa a nuestro patrimonio.

La Asociación de Amigos del Museo, se expande a nivel nacional ingresando como miembro de pleno derecho  en la F.E.A.M. (Federación Española de Amigos de los Museos) en el mes de abril de este mismo año; también es miembro desde el año 2008 de la Asociación Arte Arqueología e Historia con sede en la capital cordobesa.

De nuestra entidad me cupo el honor de ser elegido por sufragio de sus asociados como presidente de la misma, desde su fundación hasta nuestros días; cuenta en la actualidad con una directiva que se muestra muy activa y comprometida con cada una de las actividades que nuestra Asociación proyecta y realiza.

                           

                                                  El Presidente de la Asociación,

                                                  Silverio Gutiérrez Escobar.

                                                   Premio de Arqueología “Juan Bernier, 2009”
 
                  Escrito en el Centenario Feria de Vva. de Córdoba, 1910 - 2010. Feria 2010