LOS PETROGLIFOS DE LA TABLILLA
DEL MELLADO
Esta semana
hablaremos de un hallazgo acaecido en el inicio de la primavera del año 2005, de unas insculturas o
petroglifos, que según el criterio de nuestro presidente, Silverio Gutiérrez
Escobar reflejan un sacrificio humano.
Se
ubican en la Dehesa
de la Concordia
en término de Villanueva de Córdoba, instalados en un liso de pizarra rojiza
preparado al efecto; aparecen en el gran predio denominado Tablilla del
Mellado, y se localizan en la hoja nº 881 del Instituto Geográfico Nacional,
escala: 1:50.000 y son sus coordenadas X-0355005, Y-4230141, a una altitud
de 648 metros
sobre el nivel del mar, están situados a media ladera de una gran loma con
amplia visibilidad, dominando el camino que discurre a pie de monte, siguiendo
dirección NE-SO, este camino proviene de Portugal y muere en el Mediterráneo
por Motril (Granada). Este dato no me ha sido proporcionado por la cartografía
sino por personas mayores de la localidad cuyos abuelos y padres ya fallecidos
transitaron por el mismo con bestias y carruajes porteando mercancías las más
de las veces de contrabando. Este camino en muchos de sus tramos está
abandonado, habiéndose apoderado de él la jara, el matorral y en algunos casos
las propiedades privadas, con lo cual prácticamente ha dejado de existir.
Plano de situación
Petroglifos, dólmenes, hábitat
Llegaremos
a ellos por la carretera que de Villanueva de Córdoba se dirige a Obejo, entre
el Km 13-14 de la dicha carretera se aparta en la cima de una loma un camino a
la izquierda en un ángulo de 90º,camino denominado al principio y hasta el
lugar que aparecen los petroglifos como del Cortijo Viejo, que continúa y pasa
a denominarse como camino de las Víboras, recibiendo el topónimo del arroyo que
flanquea a alguna distancia por el Norte dicho camino.
Este
hallazgo se produjo casualmente por dos personas de la localidad que buscaban
una especie de hongo llamado gurumelo de carne basta y fuerte sabor a tierra,
dándose en abundancia en estas tierras pizarrosas. Este lugar estuvo siempre
cubierto de monte, hace algunos años fue desbrozado para someterlo a explotación
ganadera, por lo cual quedaron al descubierto estas figuras, aunque quiero
creer que estos petroglifos eran conocidos de antiguo ya que por el Sureste de
los mismos discurrió un atajo del camino denominado Vereda del Muerto, que
haciéndole honor al topónimo lleva mucho tiempo en desuso, con lo cuál esta
denominación debe derivar de la sexta y última figura de estos petroglifos que
como luego veremos se trata de un “muerto”.
Foto1: Friso petroglifos Tablilla del Mellado y Dibujo
El
panel en si tiene una longitud de tres metros, aunque no es homogéneo en su
ancho, por que en el se han creado dos campos con medidas desiguales, tanto en
el alto como en el largo para separar ex profeso la primera figura de las del
resto. El campo situado en la parte frontal izquierda mide 0,90cm de largo por
0,50 cm de altura donde
reside una sola figura, y el campo situado a la derecha mide
2,10 metros de largo
por sólo
0,25 cm
de altura donde aparecen cinco figuras mas, esta altura fue conseguida
rebajando frontalmente el liso de pizarra hasta conseguir la altura deseada por
el artista para alojar a las demás figuras del friso quedando separados ambos
campos por una “rotura” transversal del liso claramente intencionada, donde en
cada uno de estos campos tallará el
artífice la acción que él algún día en
algún lugar presenció, y para dejar constancia del hecho plasmará sobre el
rojizo liso de pizarra seis figuras que como hemos dicho más arriba tuvo que
preparar el lugar de trabajo dándole también al liso un orientación SO que es
la dirección en que discurren los caminos que pasan e intercomunican los
poblados que existieron en nuestra comarca y municipio hace más o menos cinco
mil años, de los cuales aún quedan algunos vestigios,
la Longuera (El Viso,
Murillo, 1986), Arroyo Chico del Moral (Dos Torres, Gutiérrez 2008-148), Cerro
de las Jaras (Añora, Gutiérrez, 2008-148), San Gregorio (Conquista, Murillo,
1986), Torrubia (Cardeña, Murillo 1986), Dehesa del Rey (Cardeña, Gutiérrez,
2008-148), Fuente de los Tinajeros (Villanueva de Córdoba, Murillo, 1986),
Cerro del Caramillo (Villanueva de Córdoba, Gutiérrez 2008-148), Cerro del
Ermitaño (Adamuz, Murillo 1986), Cueva del Cañaveralejo (Adamuz, Gutiérrez,
2008-148).
Analizaremos
el panel de izquierda a derecha empezando por la primera de las figuras que
aparece como única en el campo frontal izquierdo, permanece estática y aislada
de las demás por la rotura del liso antes dicho, mide 0,35cm de alto siendo muy
superior en altura al resto de las figuras que le acompañan en el segundo de
los campos; representa a una figura femenina con los brazos abiertos en cruz y
desnuda de cintura para arriba mostrando los dos senos, viste desde la cintura
una falda hasta lo que deberían ser las extremidades inferiores, que no se
aprecian por llegar la falda al propio suelo, o sea, como si la figura naciera
de la misma tierra, esta falda está formada por cinco franjas horizontales
similares a las que lucen la mayoría de los ídolos placa alentejanos que están
fabricados en el mismo material en que están tallados los petroglifos, la
pizara, aunque en estos aparecen esas franjas reticuladas triangularmente, y en
nuestra figura no; la cabeza de la misma es circular apreciándose muy
nítidamente en ella los ojos cejas y nariz, llamando poderosamente la atención
el tamaño de sus orejas.
Foto 2: Deidad
A
continuación y a derechas aparece el segundo de los campos creados que es donde
se alojan el resto de las figuras que componen el panel, siendo su altura la
mitad menos que el primero, por lo tanto estas figuras son mucho más pequeñas
que la anterior descrita, donde se muestra el segundo de los personajes, único
en el panel que parece estar en movimiento, mide 0,23 cm de alto y por la
actitud que tiene adoptada parece dar a entender ser un guerrero un chamán o un
danzante que estuviese ejecutando algún tipo de rito o danza, o ser el
personaje que ejecutó a la sexta y última de las figuras que en el panel
aparece yacente, la cual describiremos a su debido tiempo, debajo de su brazo
derecho que aparece arqueado hacia abajo se localiza un círculo exento que
podría tratarse de un escudo, plato? en él no se observa ningún tipo de vestido
terminando las extremidades inferiores, la una estática y la otra en el aire, y
se reflejan los pies por un surco horizontal en ambas donde no se aprecian lo
dedos de los mismos.
Foto 3:
Danzante y Círculo amorfo
Continuamos
con la tercera de las figuras de la que se puede decir muy poco, por tratarse
de un simple círculo un poco achatado en su eje horizontal que mide 6 cm, de alto y aparece a muy
corta distancia, formando un grupo con la siguiente figura que en el panel
ocupa la cuarta posición.
Foto 4: ¿Cabeza humana?
Parece ser
esta figura una cabeza humana y parte del cuello vista desde atrás, y decalvada
en parte, y como la primera figura también en ella se aprecian unas orejas bien
desarrolladas, mide como la anterior
6 cm de altura.
Foto 5: ¿Miembro de la
tribu?
Siguiendo el orden establecido la
quinta figura manifiesta ser un varón que aparece estático y erguido, no
muestra ningún tipo de vestido o atuendo, y no se aprecian las extremidades
superiores.
Foto 6: Sacrificado
La sexta y
última de las figuras aparece en el panel en sentido horizontal (yacente), se
viste con el mismo tipo de falda que luce la primera figura, el pecho lo
muestra desnudo con carencia de senos, lo cual evidencia su género masculino,
por la parte inferior que ocupa la cabeza aparecen tres punciones en sentido
vertical que significan ser un reguero de sangre que mana de la misma, además
la cabeza no está tallada como las demás por un surco, sino que toda ella es un
agujero cónico de una profundidad de 15mm, queriendo mostrar con ello el
artista que la cabeza de este individuo quedó literalmente vacía después del
golpe que hubieron de propiciarle para causarle la muerte, mide esta figura
yacente 30 cm
de largo y 11cm de ancho.
Con lo cuál
como demuestran las figuras estamos a la vista de un sacrificio humano
ejecutado en la figura sexta que aparece en el panel en sentido horizontal y la
cabeza vacía, sacrificio que fue consumado en presencia de una deidad (figura,
1), como así parece atestiguar el ser esta figura muy superior en altura a las
demás, por parecer sola y aislada en el primero de los campos preparados por el
artista al efecto, consiguiendo con ello aislar y separar el espíritu de la
materia, lo divino figura 1, de lo humano, figuras 2, 4, 5 y 6.
La figura 2ª
deber ser el autor material que consumara el sacrificio ya que es la única que
aparece en movimiento, y la 3ª,4ª y 5ª deben representar a miembros del clan o
tribu, familiares o amigos que presenciaban la ceremonia ritual del sacrificio
humano dedicado a esta deidad.
Esta deidad
con los senos descubiertos y luciendo falda cubriendo las extremidades
inferiores ya se conocía en el Neolítico como demuestra la Venus de Gavá que fue
encontrada en las minas de calaita de Can Tintorer en Gavá (Barcelona), estando
materializada en una terracota de medio cuerpo en el que podemos apreciar
atributos similares a nuestra figura nº 1; esta divinidad está denominada como la
Gran Diosa Madre Tierra dueña y señora de
la vida y de la muerte a la que generalmente rindieron culto las primeras
comunidades campesinas.
Foto 7: Venus de Gavá
En esta
comarca de Los Pedroches por el momento no se tiene constancia de ningún
yacimiento que se pueda adscribir a esta etapa cultural, pero si existe uno en
las cercanías de ese período, Cueva del Cañaveralejo (Adamuz), hacia donde se
dirige el camino sobre el que aparecen los petroglifos, aunque no quiero creer
que fueron las gentes del Neolítico los autores de la obra, por que existen
varios datos que nos llevan a pensar en la siguiente etapa cultural como es el
Calcolítico.
Si pinchamos
un compás en el lugar donde aparecen los petroglifos y trazamos un semicírculo
hacia el norte de los mismos con un radio de 5 km veremos que dentro de esa
área se localizan diez dólmenes y un lugar de hábitat del que se han recogido
en superficie fragmentos de cazuelas carenadas y de platos de bordes
engrosados, estos dólmenes junto a treinta más han sido catalogados y están
declarados en el C.G.P.H.A.
Los dólmenes
que aparecen en el interior de ese semicírculo son, por el Noroeste aparecerá
Rongil, al Norte Quebradillas, Torno I y II al Noreste, Navalcautivo
I-II-III-IV, y Apedreado I y II, también se localiza en este punto cardinal el
lugar de hábitat que he comentado más arriba que se denomina como cerro del
Caramillo.
Foto 8: Ídolo
placa
También los
propios petroglifos aportan datos adscribibles
a este período como son las faldas de la figuras 1ª y 6ª que como hemos
dicho antes son similares a las que lucen los ídolos placa que aparecen con bastante
profusión en los monumentos funerarios de Portugal y Extremadura, otro dato más
a tener muy en cuenta es la pintura esquemática que existe en la cámara
funeraria del dolmen de Torno I cuya cabeza y cuello son similares a la cabeza
y cuello de la sexta figura, por lo tanto por la “cercanía” de los diez
dólmenes, el hábitat de Cerro Caramillo, y los paralelos en algunos de los
aspectos a los ídolos placa, y la pintura esquemática de Torno I, apuntan a que
estos petroglifos pudieron haber sido tallados durante un Calcolítico Inicial
Medio 2800-2500 a.C.
Foto 9: Pintura
esquemática Torno I
La talla de
las figuras fue ejecutado con algún útil lítico que actúo por percusión
ejecutando la misma con groseros surcos de una profundidad media de 3-
4 mm con una anchura de
1 cm, pudiéndose apreciar el
trabajo que ejecutó la herramienta sobre el liso de pizarra dejando las huellas
de la percusión y el arrastre del útil sobre la superficie
en que se ejecutó este trabajo.
EN PLANO DE SITUACIÓN PETROGLIFOS, DÓLMENES, HÁBITAT
Dolmen 1. Rongil
Dolmen 2. Quebradillas
Dolmen 3. Torno I
Dolmen 4. Torno II
Dolmen 5. Navalcautivo I
Dolmen 6. Navalcautivo II
Dolmen 7. Navalcautivo III
Dolmen 8. Navalcautivo IV
Dolmen 9. Cerro Apedreado I
Dolmen 10. Cerro Apedredado II
Hábitat 11. (Cerro Caramillo)
Dolmen 12. Petroglifos