DOS
MANIFESTACIONES DE ARTE MEGALÍTICO SOBRE SOPORTE PETREO LOCALIZADOS EN EL
MUNICIPIO DE VILLANUEVA DE CÓRDOBA
Se
haya enclavado este municipio al Noreste de la provincia de Córdoba, en la
comarca natural del mal llamado “Valle de Los Pedroches”, donde se contabilizan
ciento veinte dólmenes repartidos por toda la geografía pedrocheña. Situándose
el más occidental de ellos conocidos en el municipio de Belalcázar, ubicado en
el mismo centro del camino que discurre por el Este denominado de la “Mesta”, y
aparece formando una isleta para evitar ser pisado por los millones de pezuñas
que conformaron los rebaños de ganado trashumante que circularon por ese camino
hasta hace muy pocos años;
DOLMEN DE LA MESTA, BELALCÁZAR.
y él, o los más orientales
localizados al S. de Cardeña del grupo formado por cuatro unidades denominados,
“Grupo de la Nava
la Borrica”; pero no es la idea de este trabajo versar sobre los megalitos de
esta comarca, si no de dar a conocer dos manifestaciones artísticas que dejaron
plasmado sobre soporte lítico los constructores de estas estructuras
funerarias, que por diversas causas se han localizado en este municipio.
En
primer lugar quiero dar a conocer el menhir estela, u ortostato del dolmen que
se localiza en la finca el “Fresnedoso”, topónimo que toma la finca del arroyo
que discurre por el Norte de la misma. Esta gran piedra fue encontrada en la
visita que se giró al lugar con motivo de la primera campaña de catalogación de
los dólmenes de la comarca para ser incorporados al C.G.P.H.A. que se efectuó a
finales del invierno de 2008, catalogación que efectúan el prestigioso
arqueólogo Dtor. D. Juan Carlos Vera
Rodríguez, en la actualidad profesando en la Universidad de Huelva,
acompañado de su esposa, y del autor de este trabajo.
MENHIR ESTELA 'FINCA EL FRESNEDOSO'.
Dibujo de Silverio Gutiérrez
Se
trata de una gran piedra de granito gris que presenta en la cara vista una
superficie plana, aunque bastante deleznada por efecto de la erosión, donde aún
son visibles cuatro cazoletas estando una de ellas muy deformada por efecto de
los agentes naturales; de las otras tres parten de cada una de ellas unas
líneas quebradas de las que los arqueólogos denominan serpentiformes y como las
cazoletas estas líneas aparecen muy erosionadas, esta piedra mide 1´70 m de
largo por 0´70 de ancho en lo que podríamos denominar base, muriendo en su
extremo distal en 0´30 m y 0´45 m de grueso medio.
Este
monolito debería ponerse a cubierto por tratarse de un granito blando y muy
deleznable, por lo que si continúa a la intemperie con el paso del tiempo
acabará borrando los grabados que posee. Este menhir u ortostato aparece
tendido sobre la tierra a unos 30
m , al sur del dolmen de la Fresnedilla o los
Fresnillos, como así lo denomina su descubridor D. Ángel Riesgo y lo publica en
su libreta nº 2 de Investigaciones Arqueológicas. Túmulos y otros yacimientos
arqueológicos (1921-1950), libretas que están depositadas en el Museo
Arqueológico y Etnológico provincial, donde nos dice textualmente…
MENHIR U ORTOSTATO
29 de enero 1924
Un túmulo. En finca de este
nombre (se refiere a la
Fresnedilla ) en venta de la Jara (aquí refiere un topónimo referente a una
antigua venta que aún existe sobre el camino Real de Andalucía a la Mancha ) y que dista entre un
punto y otro aproximadamente 2
km .
Descubierto
por mi este día, destaca el cono de tierra y piedras claramente del suelo. Han
desaparecido las piedras de la cubierta, afloran las de la cámara 0´40 m
demostrando ser de grandes dimensiones, medida de la cámara 2x2x1 m de sección
cuadrángular.
Fue revisado en julio de 1927.
Vaciada la cámara hasta su fondo se vio claramente había sido profanado ha
tiempo, en su fondo hallé compartimentos hechos de piedra para las cámaras
sepulcrales. Entre las tierras en completo desorden obtuve 27 puntas de flecha
de varios pedernales, 14 cuentas de collar talladas en piedra, un amuleto de
piedra que fue obsequiado a D. Manuel Aulló obrando en su colección por mi
formada y cedida (en mala hora), mide el amuleto 0´03 m de largo por 0´05 de
largo, aguzado en un extremo y perforado en el otro para ser colgado del
referido collar (similar a esta pieza descrita posee el ajuar funerario de
Minguillo IV, una de características muy similares, Martín del la Cruz , J.C., Gutiérrez Escobar,
S., (2006).
Como podemos observar en su
manuscrito Riesgo no hace alusión a esta piedra, signo inequívoco de que en esa
fecha esta piedra no estaba incluida en la estructura del dolmen, aunque por
otra parte dice, vaciada la cámara hasta su fondo se vio claramente había sido
profanada ha tiempo, quizás podrían haber sido los anteriores que profanan,
según Riesgo el dolmen los que extrajeran esta piedra de la estructura y la
retirasen unos metros ¿para qué el trabajo de la extracción y arrastre hasta el
lugar donde se encuentra para luego dejarla abandonada?.
MENHIR EN EL PRIMER TÉRMINO Y AL FONDO EL DOLMEN DE LA FRESNEDILLA.
Este
gran megalito es muy difícil discernir sin efectúar ningún tipo de actuación
arqueológica sobre el dolmen si se trata de un menhir o de un ortostato que
hubiese formado parte de la cámara funeraria, no denota huella alguna que
manifieste haber estado hincado en la tierra, con lo cual como ortostato que
formase parte de la estructura de la cámara funeraria, o como menhir hincado; es
más presumible su descarte con lo cual es posible que se trate de un menhir que
permaneciera enhiesto, no hincado, sino calzado por otras piedras que aparecen
a su lado. Existe paralelo de un menhir calzado, por una piedras en el dolmen
de este municipio denominado Navalmaestre IV, Gutiérrez Escobar, S., Arte
Arqueología e Historia nº 14.
Esta
pequeña pieza que voy a tratar de describir de entrada me está planteando
serias dudas porque no se como denominarla, o el decir mejor, “bautizarla”,
aunque la impresión que causa al contemplarla es la de parecer ser un cadáver
amortajado del que solamente pudiésemos ver su cara, así que lo denominaré como
guijarro estela.
GUIJARRO ESTELA
Se
trata de un pequeño canto de río de piedra arenisca de grano muy fino de color
marrón oscuro y pulimentado, es recorrido por una veta longitudinal formada por
cinco venas; aparece decorado en una de sus caras por un círculo en relieve
careciendo el mismo de ningún tipo de ornamentación. Para conseguir este
círculo se talló sobre el guijarro un surco profundo y muy grosero que delimitó
en primer lugar el círculo para posteriormente pasar a rebajar su inmediato
entorno, continuando este rebaje longitudinalmente hasta casi acabar a los
“pies” del guijarro dejando una superficie plana y muy bien pulida, la
superficie del interior del círculo es toda ella convexa o mejor hemiesférica.
Mide esta pequeña piedra 9 cm
de largo por 3 cm
en lo que voy a denominar cabecera y 2´5 cm a los pies, estas medidas son
vistas de frente, y las que presenta de costado son 2 cm en la cabecera y 1 cm a los pies apareciendo los dos extremos
redondeados, y como toda ella ostenta un buen pulido.
GUIJARRO ESTELA
Esta
pieza fue encontrada por el niño Miguel Torralbo Díaz en la finca propiedad de
sus padres denominada “Navalcautivo”, donde existe un grupo dolménico de cuatro
unidades, Gutiérrez Escobar, S., “Arte, Arqueología e Historia”, nº 15, y a
escasos metros del dolmen Navalcutivo I también aparecieron algunas hachas de
piedra pulimentada que depositaron en el Museo Municipal de Historia de esta
localidad.
El
hallazgo como tal ocurrió al lado de una pequeña vivienda que existe a 10 m del dolmen de
Navalcautivo I, con motivo de una recogida de piedras para limpiar el lugar de
las mismas, donde en esa misma recogida aparecieron las hachas antes citadas.
· Concluyo
creyendo que esta pequeña pieza representa a un cadáver amortajado que aunque
haya aparecido fuera de contexto funerario debió pertenecer a la dotación del
ajuar funerario del dolmen Navalcautivo I, bien depositado en la cámara
funeraria y extraido por los que usaron sus piedras y tierra para la
construcción de la casa o los vallados de piedra tanto megalíticos como
mampuestos que existen en ese mismo lugar, o en su defecto que estuviese
enterrado en la estructura tumular, en la que aún se puede apreciar la huella
que dejó la máquina que extrajo por su lado. O parte de esa masa tumular, para
servir en alguna de las obras de construcción de las infraestructuras de la
propia finca en época indeterminada.
NAVALCAUTIVO I.
En
la foto se puede apreciar la huella de extracción.
Esta
pequeña pieza está custodiada por los dueños de la propiedad que la tienen en
mucha estima, a los que desde las páginas de esta revista quiero agradecer las
facilidades que me han proporcionado para su publicación, así como el acceso a
la propiedad para las visitas que se han realizado o puedan realizarse a este
grupo dolménico denominado de Navalcautivo.
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