lunes, 19 de noviembre de 2012

ENTENDER NUESTRO PRESENTE.- Dos manifestaciones de Arte Megalítico sobre soporte Pétreo.


DOS MANIFESTACIONES DE ARTE MEGALÍTICO SOBRE SOPORTE PETREO LOCALIZADOS EN EL MUNICIPIO DE VILLANUEVA DE CÓRDOBA

                                                                        
            Se haya enclavado este municipio al Noreste de la provincia de Córdoba, en la comarca natural del mal llamado “Valle de Los Pedroches”, donde se contabilizan ciento veinte dólmenes repartidos por toda la geografía pedrocheña. Situándose el más occidental de ellos conocidos en el municipio de Belalcázar, ubicado en el mismo centro del camino que discurre por el Este denominado de la “Mesta”, y aparece formando una isleta para evitar ser pisado por los millones de pezuñas que conformaron los rebaños de ganado trashumante que circularon por ese camino hasta hace muy pocos años;


                                           
                                                  DOLMEN DE LA MESTA, BELALCÁZAR.

y él, o los más orientales localizados al S. de Cardeña del grupo formado por cuatro unidades denominados, “Grupo de la Nava la Borrica”; pero no es la idea de este trabajo versar sobre los megalitos de esta comarca, si no de dar a conocer dos manifestaciones artísticas que dejaron plasmado sobre soporte lítico los constructores de estas estructuras funerarias, que por diversas causas se han localizado en este municipio.

            En primer lugar quiero dar a conocer el menhir estela, u ortostato del dolmen que se localiza en la finca el “Fresnedoso”, topónimo que toma la finca del arroyo que discurre por el Norte de la misma. Esta gran piedra fue encontrada en la visita que se giró al lugar con motivo de la primera campaña de catalogación de los dólmenes de la comarca para ser incorporados al C.G.P.H.A. que se efectuó a finales del invierno de 2008, catalogación que efectúan el prestigioso arqueólogo Dtor.  D. Juan Carlos Vera Rodríguez, en la actualidad profesando en la Universidad de Huelva, acompañado de su esposa, y del autor de este trabajo.

 

                         MENHIR ESTELA 'FINCA EL FRESNEDOSO'. Dibujo de Silverio Gutiérrez

 
            Se trata de una gran piedra de granito gris que presenta en la cara vista una superficie plana, aunque bastante deleznada por efecto de la erosión, donde aún son visibles cuatro cazoletas estando una de ellas muy deformada por efecto de los agentes naturales; de las otras tres parten de cada una de ellas unas líneas quebradas de las que los arqueólogos denominan serpentiformes y como las cazoletas estas líneas aparecen muy erosionadas, esta piedra mide 1´70 m de largo por 0´70 de ancho en lo que podríamos denominar base, muriendo en su extremo distal en 0´30 m y 0´45 m de grueso medio.

            Este monolito debería ponerse a cubierto por tratarse de un granito blando y muy deleznable, por lo que si continúa a la intemperie con el paso del tiempo acabará borrando los grabados que posee. Este menhir u ortostato aparece tendido sobre la tierra a unos 30 m, al sur del dolmen de la Fresnedilla o los Fresnillos, como así lo denomina su descubridor D. Ángel Riesgo y lo publica en su libreta nº 2 de Investigaciones Arqueológicas. Túmulos y otros yacimientos arqueológicos (1921-1950), libretas que están depositadas en el Museo Arqueológico y Etnológico provincial, donde nos dice textualmente…

 

                                                         MENHIR U ORTOSTATO

29 de enero 1924

Un túmulo. En finca de este nombre (se refiere a la Fresnedilla) en venta de la Jara (aquí refiere un topónimo referente a una antigua venta que aún existe sobre el camino Real de Andalucía a la Mancha) y que dista entre un punto y otro aproximadamente 2 km.

            Descubierto por mi este día, destaca el cono de tierra y piedras claramente del suelo. Han desaparecido las piedras de la cubierta, afloran las de la cámara 0´40 m demostrando ser de grandes dimensiones, medida de la cámara 2x2x1 m de sección cuadrángular.

Fue revisado en julio de 1927. Vaciada la cámara hasta su fondo se vio claramente había sido profanado ha tiempo, en su fondo hallé compartimentos hechos de piedra para las cámaras sepulcrales. Entre las tierras en completo desorden obtuve 27 puntas de flecha de varios pedernales, 14 cuentas de collar talladas en piedra, un amuleto de piedra que fue obsequiado a D. Manuel Aulló obrando en su colección por mi formada y cedida (en mala hora), mide el amuleto 0´03 m de largo por 0´05 de largo, aguzado en un extremo y perforado en el otro para ser colgado del referido collar (similar a esta pieza descrita posee el ajuar funerario de Minguillo IV, una de características muy similares, Martín del la Cruz, J.C., Gutiérrez Escobar, S., (2006).

Como podemos observar en su manuscrito Riesgo no hace alusión a esta piedra, signo inequívoco de que en esa fecha esta piedra no estaba incluida en la estructura del dolmen, aunque por otra parte dice, vaciada la cámara hasta su fondo se vio claramente había sido profanada ha tiempo, quizás podrían haber sido los anteriores que profanan, según Riesgo el dolmen los que extrajeran esta piedra de la estructura y la retirasen unos metros ¿para qué el trabajo de la extracción y arrastre hasta el lugar donde se encuentra para luego dejarla abandonada?.

 

        MENHIR EN EL PRIMER TÉRMINO Y AL FONDO EL DOLMEN DE LA FRESNEDILLA.

 
            Este gran megalito es muy difícil discernir sin efectúar ningún tipo de actuación arqueológica sobre el dolmen si se trata de un menhir o de un ortostato que hubiese formado parte de la cámara funeraria, no denota huella alguna que manifieste haber estado hincado en la tierra, con lo cual como ortostato que formase parte de la estructura de la cámara funeraria, o como menhir hincado; es más presumible su descarte con lo cual es posible que se trate de un menhir que permaneciera enhiesto, no hincado, sino calzado por otras piedras que aparecen a su lado. Existe paralelo de un menhir calzado, por una piedras en el dolmen de este municipio denominado Navalmaestre IV, Gutiérrez Escobar, S., Arte Arqueología e Historia nº 14.

            Esta pequeña pieza que voy a tratar de describir de entrada me está planteando serias dudas porque no se como denominarla, o el decir mejor, “bautizarla”, aunque la impresión que causa al contemplarla es la de parecer ser un cadáver amortajado del que solamente pudiésemos ver su cara, así que lo denominaré como guijarro estela.

 

                                                           GUIJARRO ESTELA

            Se trata de un pequeño canto de río de piedra arenisca de grano muy fino de color marrón oscuro y pulimentado, es recorrido por una veta longitudinal formada por cinco venas; aparece decorado en una de sus caras por un círculo en relieve careciendo el mismo de ningún tipo de ornamentación. Para conseguir este círculo se talló sobre el guijarro un surco profundo y muy grosero que delimitó en primer lugar el círculo para posteriormente pasar a rebajar su inmediato entorno, continuando este rebaje longitudinalmente hasta casi acabar a los “pies” del guijarro dejando una superficie plana y muy bien pulida, la superficie del interior del círculo es toda ella convexa o mejor hemiesférica. Mide esta pequeña piedra 9 cm de largo por 3 cm en lo que voy a denominar cabecera y 2´5 cm a los pies, estas medidas son vistas de frente, y las que presenta de costado son 2 cm en la cabecera  y 1 cm a los pies apareciendo los dos extremos redondeados, y como toda ella ostenta un buen pulido.

 

                                                                        GUIJARRO ESTELA

            Esta pieza fue encontrada por el niño Miguel Torralbo Díaz en la finca propiedad de sus padres denominada “Navalcautivo”, donde existe un grupo dolménico de cuatro unidades, Gutiérrez Escobar, S., “Arte, Arqueología e Historia”, nº 15, y a escasos metros del dolmen Navalcutivo I también aparecieron algunas hachas de piedra pulimentada que depositaron en el Museo Municipal de Historia de esta localidad.

            El hallazgo como tal ocurrió al lado de una pequeña vivienda que existe a 10 m del dolmen de Navalcautivo I, con motivo de una recogida de piedras para limpiar el lugar de las mismas, donde en esa misma recogida aparecieron las hachas antes citadas.

            · Concluyo creyendo que esta pequeña pieza representa a un cadáver amortajado que aunque haya aparecido fuera de contexto funerario debió pertenecer a la dotación del ajuar funerario del dolmen Navalcautivo I, bien depositado en la cámara funeraria y extraido por los que usaron sus piedras y tierra para la construcción de la casa o los vallados de piedra tanto megalíticos como mampuestos que existen en ese mismo lugar, o en su defecto que estuviese enterrado en la estructura tumular, en la que aún se puede apreciar la huella que dejó la máquina que extrajo por su lado. O parte de esa masa tumular, para servir en alguna de las obras de construcción de las infraestructuras de la propia finca en época indeterminada.

 

                                                             NAVALCAUTIVO I.

            En la foto se puede apreciar la huella de extracción.

            Esta pequeña pieza está custodiada por los dueños de la propiedad que la tienen en mucha estima, a los que desde las páginas de esta revista quiero agradecer las facilidades que me han proporcionado para su publicación, así como el acceso a la propiedad para las visitas que se han realizado o puedan realizarse a este grupo dolménico denominado de Navalcautivo.

 

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